La
clave para comunicarse y tener poder e influencia sobre los demás puede
resumirse en una sólo frase: Busca primero entender y luego ser
entendido. Si puedes aprender este simple hábito, ver las cosas desde el
punto de vista de otra persona antes de hablar del propio, se te abrirá
todo un nuevo mundo de comprensión.
¿Por qué este hábito es la clave de la comunicación? Porque la necesidad más profunda del corazón humano es ser comprendido. Todos deseamos ser valorados y respetados por lo que somos: individuos únicos en su tipo.
CINCO MALOS ESTILOS PARA ESCUCHAR
Cuando los demás hablan pocas veces escuchamos porque generalmente estamos demasiado ocupados en preparar respuestas, juzgar o filtrar palabras por nuestros propios paradigmas. Es demasiado típico utilizar uno de estos cinco malos estilos para escuchar:
DISTRAERSE
Es cuando alguien nos habla pero lo ignoramos porque nuestra mente está en otra galaxia. Tenemos la mala costumbre de hablar por telefóno, ver televión o no mirar a la persona que nos está hablando, como consecuencia la persona que nos habla se siente ofendida o ignorada por nosotros.
FINGIR QUE ESCUCHAS
Seguimos
sin poner mucha atención a la otra persona, pero al menos fingimos que
lo hacemos, saltando comentarios en momentos importantes, como "si",
"aja", "bueno", "me pareci bien", entre muchos otros. La persona que
habla por lo general entenderá y sentirá que no es lo suficientemente
importante para ser escuchada.
ESCUCHAR SELECTIVAMENTE
Es cuando ponemos atención sólo a una parte de la conversación que nos interesa. Puesto que siempres hablas de lo que quieres hablar, en lugar de lo que quiere hablar la otra persona, es muy posible que nunca desarrolles amistades duraderas.
ESCUCHAR SÓLO LAS PALABRAS
Ocurre
cuando realmente ponemos atención a lo que dice el otro, pero sólo
escuchamos las palabras y no lo que realmente se quiere decir, los
sentimientos, o el verdadero significado tras las palabras. Como
resultado, no comprendemos lo que realmente se nos dice. Si te
concentras únicamente en las palabras, pocas veces estarás en contacto
con las emociones más profundas de los demás.
ESCUCHAR DE FORMA EGOCÉNTRICA
Sucede cuando vemos todo desde nuestro propio punto de vista. En vez de ponernos en el lugar del otro, queremos que ellos se pongan en el nuestro. Escuchar de forma egocéntrica es con frecuencia un juego de ganarle al otro, como si las conversaciones fueran competencias.
Cuando escuchamos desde nuestro propio punto de vista, generalmente respondemos de uno de tres modos, y todos ellos hacen que la persona se cierre inmediatamente: juzgamos, aconjesamos y sondeamos.
ESCUCHAR GENUINAMENTE
Existe
una forma de escuchar más elevada que resulta en una verdadera
comunicación. Sean Covey la llama "escuchar genuinamente". Y es el tipo
de práctica que queremos aplicar. Pero para escuchar genuinamente,
necesitas hacer tres cosas de forma distinta.
Para
escuchar genuinamente a una persona debemos interpretar de forma
correcta lo que está dicendo y lo que está sintiendo. Es importante que
observemos su lenguaje corporal y la miremos a los ojos, para detectar
sus emociones, nota en qué palabras pone más enfasís al hablar. Al
ponerte en el lugar de la persona comienzas a entender lo que esta
sintiendo.
Para poner en práctica el reflejo trata de pensar como un espejo. Sólo refleja lo que dice la otra persona, no la juzges ni la aconsejes. Simplemente repite con tus propias palabras lo que la otra persona dice y siente.
El reflejo puede ser un gran depósito en la CBR del otro, y llegarás más lejos que si utilizaras una actitud de "pelear o huir".
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